29 septiembre 2009

Pervertir el alma a través de los sentidos


“Si Dios está muerto, entonces todo está permitido”
Marqués de Sade




Perverso, del latín perversus, sumamente malo, que causa daño intencionalmente. 2. Que corrompe las costumbres o el orden y el estado habitual de las cosas. Rapto, dominación, pecado, incesto, adulterio, ira, sumisión. Todo esto puede co-habitar en la misma página de un libro. La literatura por sí misma es perversa. Desata la imaginación. Brinda libertad. Incita a la conciencia y provoca la fantasía. Escritores perversos. Letras pervertidas. Pervertir, del latín pervertere, viciar con malas doctrinas o ejemplos las costumbres, la fe, el gusto, etc. 2. Perturbar el orden o estado de las cosas. Definiciones que provienen del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia. Conceptos. ¿Quién los recuerda cuando la lectura remueve las entrañas? ¿Cuándo el gozo y el sufrimiento se hermanan y nos hacen prisioneros?

Quienes se atreven a hurgar en los instintos primitivos que todos poseemos, a través de las letras, han pagado muy caro su osadía. Escarnio, persecución, cárcel, injurias, desprestigio. Sade y Sacher-Masoch no fueron los únicos. Flaubert, Baudelaire, Rimbaud, Tolstoi, Nabokov, Bataille, Foucault y tantos otros. Letras perversas. Moral de férrea constitución cuyas bases todo el tiempo se tambalean. Y sin recato, manoseamos una y otra vez, las cubiertas de los libros; degustamos sabores y olores que en algún momento destiló la clandestinidad; santificamos la vista con imágenes que quedaron por siempre en la memoria y en el cuerpo; escuchamos los gritos placenteros de la denuncia y la exposición de los pensamientos nunca expresados públicamente.

Perversión y letras. El mejor ejemplo nació en París el 2 de junio de 1740. Donatien Alphonse Francois, Marqués de Sade. De noble cuna y carácter bon vivant. Pasó 27 años de su vida detenido por cortas temporadas o recluido en prisión, gracias a que fue incapaz de reprimir su instinto sexual primario. Nada lo detuvo. Saciaba sus ímpetus con prostitutas a quienes compensaba ($$$) muy bien su “disposición y docilidad”, sobre todo. Atentados contra las buenas costumbres. Aún casado con una aristócrata por conveniencia, continuó retando a la moral. Y en sus trabajos literarios nos dejó un amplio catálogo de exquisita crueldad donde se estupra, se azota y se tortura, se atormenta, se insulta, se ensucia y se humilla.

Justine (1791), Juliette (1797), 120 Días de Sodoma y Gomorra (1795), La filosofía de tocador (1795) y Crímenes de amor (1800) más las obras de teatro que montó en el asilo para dementes de Charenton donde fue recluido en 1803 hasta su muerte en 1814. Oh, Marqués de Sade. Libertino por excelencia, pues su único valor consistía en su ejercicio personal de libertad. Para filósofos y psiquiatras, esto significa ejercer sin límites todos sus deseos y todas sus pulsiones. Sexualidad. Todos los caminos libertinos llevan a ella. Es lo más fuerte, lo más intenso, la representación más personal de la continuidad. Y la energía que esto desata, es una pasión completamente consumada, es deseo, placer, éxtasis.

Sin embargo, se dice que la combinación de sexualidad y dolor que fueron el sello del Marqués de Sade, no eran otra cosa más que un vehículo para la crítica social. Sade mostró cómo la religión y las enseñanzas morales con sus restricciones, sus tabúes y sus prohibiciones se oponían a la libertad. Así pues, atacó la Ley Divina, la Ley Eterna, la Ley Natural y la Ley de los Hombres. Y tras la blasfemia, la inmoralidad, el crimen, el incesto, el asesinato, la violación, las mentiras, la calumnia, la irracionalidad, la sodomía, el odio y otras clases de violencia, perversión y aberración, Sade combatía la represión y la doble moral.

Perversas letras, perverso quien logra ir contra lo establecido. Contra la ley y la moral de una sociedad prejuiciosa. “Mi libertad termina donde empieza la tuya”. Transgredir los espacios y los cuerpos. Los deseos y la pasión.

El perverso es aquel que habla razonablemente de la sinrazón del deseo. Justifica su perversión en nombre de un plus de placer que pretende validar por un mayor saber la verdad del goce. Gozo, del latín gaudium, sentimiento de complacencia en la posesión, recuerdo o esperanza de bienes o cosas apetecibles. Hay momentos en que apetecemos ser subyugados, redimidos o dominados. A veces la lectura, un libro preciso, el mensaje o la historia, nos someten. Pero, ¿someternos a los deseos y las exigencias de otro/a? Sacrificio en pos del disfrute. Masoquismo. Según Freud, el concepto de masoquismo reúne todas las actividades pasivas con respecto a la vida erótica y al objeto sexual, siendo la posición extrema la conexión de la satisfacción con el voluntario padecimiento del dolor físico o anímico producido por el objeto sexual.

Maestros del sufrimiento. El amor se sacrifica para ser glorioso. Charles Baudelaire, el poeta maldito más conocido, fue tachado de misógino y sin embargo se sometía a las órdenes y placeres de la cortesana mulata Jeanne Duvall. Las Flores del Mal en buena medida, destilaron sus ponzoñosos aromas gracias a la inspiración de sesiones de alcoba, desprecios y desdenes en la vida cotidiana. Dandy de obscuras entrañas que le hacía caravanas al sufrimiento. Caprichos retratados en los poemas de un libro prohibido por faltas a la moral. Amor-odio. Y después de los débiles intentos de una declaración de independencia, donde la mujer es vampiro insaciable, hiena hambrienta, Baudelaire dobla las manos y vuelve al redil de la complacencia de quien es su absoluta dueña y señora.

Leopold von Sacher-Masoch nació en Lemberg, Austria (ahora territorio de Ucrania) en 1836. Venus im Pelz, vaya oda para una mistress de nombre Wanda. Venus in furs historia verídica basada en las experiencias de este escritor que en 1874 mostró al mundo que los hombres también sufren. Pero únicamente para gozar. Venus castigadora que proporcionas disciplina y castigo que merezco por desearte. Se afirma que ciertos contratos de tipo sadomasoquista que hoy proliferan en Estados Unidos entre “un amo y un esclavo” –contratos que garantizan un sexo seguro- tienen su origen en el propio Sacher-Masoch quien el 8 de diciembre de 1869 firmó un contrato con duración de seis meses con la joven y seductora baronesa Fanny von Pistow para “obedecerla incondicionalmente en todos sus deseos y órdenes”. Por su parte Pistow se comprometió a “vestirse con pieles” en especial, cuando practicaran toda suerte de crueldades sobre su esclavo. Idea tomada por el escritor de un cuadro de Rubens que había retratado casi desnuda a su esposa Helene Tourment apenas cubierta con una estola.

Richard von Kraft-Ebing fue profesor de psiquiatría en la Universidad de Viena y coincidió con Freud cursando estudios académicos. Es conocido como neuropsiquiatra y profesor pionero de psicopatología sexual, sin embargo, la fama que le precede surge de dos términos que acuñó en 1888: sadismo y masoquismo, mejor conocidos como Sadomasoquismo. Para su época, von Kraft-Ebing hizo audaces descripciones de toda suerte de prácticas sexuales pero no contribuyó demasiado a aclarar los tópicos cuando patologizaba toda suerte de conductas y mezclaba actividades fetichistas con tendencias sexuales

Época de moral férrea. Las buenas costumbres reprobaban todo lo que invitara al desenfreno, a la degeneración. Y Jack el Destripador hacía de las suyas en Whitechapel, barrio miserable de un Londres pervertido y perverso. ¿La libertad de saciar nuestros deseos, es perversidad pura? ¿Qué tan sana es la culpa que la religión nos inculca por cometer pecados de carne? Pecado, del latín peccatum, transgresión voluntaria de leyes y preceptos religiosos. 2 Cualquier cosa que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido. 3. Exceso o defecto en cualquier línea. Tras las puertas de los prostíbulos y las páginas de variopintos libracos casi de bolsillo, las fantasías se cumplían. Dominación y sumisión. Aristócratas respetables de día, esclavos ansiosos de noche. La pornografía se abre paso a través de la literatura barata. Y Lewis Carroll es señalado como pederasta por su fijación hacia una Alicia eterna-niña en su imaginación. Bram Stoker salpica cada página de su novela Drácula con sexualidad rampante. El vampiro es el monstruo más parecido al hombre y quien le muestra la sabiduría de la carne. Sensualidad y erotismo. Stoker disfrazó sus perversiones dentro de una historia que fue rechazada en un principio. Ahora se ha convertido en un icono de la seducción obscura de nuestros más perversos anhelos.

Literatura y erotismo. ¿Unión perversa? No, simple y llanamente, necesaria. Reflejo de que las fantasías son inagotables y hasta cierto punto, permiten un reciclaje. Después de la Primera Guerra Mundial, las prostitutas alemanas anunciaban sus especialidades en los diarios, con afiches donde posaban con indumentaria del ejército: gorras, gabardinas, botas y látigos. El sadomasoquismo es un ritual erótico que implica poner en práctica fantasías en las que alguien juega el papel de dominante y otro u otros/as el de dominado. La dinámica base del sadomasoquismo es el intercambio acordado de poder en términos eróticos y con pleno consentimiento y cooperación de los participantes. La pornografía novelada, por llamarla de algún modo, sirvió de escaparate y liberación. Magazines, vodevil, espectáculos, casas de citas finas. La historia de O de Pauline Reage, novela de una mujer esclavizada sexualmente. Libro de culto cuyos seguidores se han adueñado de los personajes tratando de emular los comportamientos sadomasoquistas que tan bien reflejan sus páginas. Novela que también fue prohibida en su momento y vendida clandestinamente.

Lacan nos indica que el deseo pasa por vías perversas. Y las “sexualidades periféricas”, término acuñado por el filósofo francés Michael Foucault en el primer volumen de la Historia de la Sexualidad, serían aquellas que se producen lejos de la alcoba de los padres, no son reproductivas, no tienen por qué ser heterosexuales, ni monogámicas, ni suaves, ni entre personas de la misma edad, ni en pareja, ni en privado. La literatura se nutre de la vida diaria. Letras perversas. En la Edad Media se interpretaba la sodomía y el bestialismo o zoofilia como posesión demoníaca. La degeneración se ideó en el siglo XVII y su influencia perduró hasta los inicios del siglo XX. Se suponía que la degeneración era el “exceso de deseo” y la pérdida de semen por la masturbación o el coito con prostitutas o esposas “demasiado” fogosas. El sexo hace que se pierda el alma. Inconcebible disfrutarlo plenamente. Dios te castigará si le das gusto al gusto. Libro en mano y la otra…salva sea la parte pues justo de ahí brota tu placer. La experimentación perversa de un sujeto normal, dentro de la psiquiatría, es aquel que la practica de modo recreativo y ocasional, como un modo de evitar la rutina del sexo.

Manuales, catálogos, libros educativos, enciclopedias. Las novelas y los cuasi libros de texto instruyen y fomentan. La perversión entra por los ojos y corrompe el alma. Bien lo dijo Foucault en su libro Disciplina y castigo: El alma es la prisión del cuerpo. Definitivamente no seremos redimidos a través de la explotación de nuestros sentidos en sesiones placenteras. Xaviera Hollander y A.N. Roquelaure, entre otras escritoras, nos brindan gozo total por medio de las palabras. Los juegos de dominación y sumisión no necesariamente incluyen contactos físicos ni penetraciones. El poder de la voz, la hipnosis del sexo fantaseado, si así podemos llamarlo, causa más placer. Perversos susurros que violentan el órgano sexual más grande: el cerebro.

Literatura y perversión. ¿Quién se atreve a censurar lo que es imposible detener? Sexualidad, erotismo, pasión, energía de vida. En 1885 el psiquiatra francés Magnan utilizó por primera vez la expresión perversión sexual, que luego quedó sobreentendida cuando se habla solamente de perversión. El término perversión todavía es común en la literatura psicoanalítica, pero en las clasificaciones internacionales se prefiere usar la palabra parafilia o desviaciones sexuales, porque carecen de connotaciones que sugieran censura moral. Se define como un transtorno que no afecta la respuesta sexual, y que consiste en una desviación de la elección y la relación con la pareja, del escenario, de las circunstancias, o del modo de hacer el amor.

Degeneración, dirían las abuelas. Sodoma y Gomorra, vocifera la Iglesia. Placer, gozo, entrega y satisfacción, deberíamos proclamar. Perversión en la literatura y en la alcoba. Y si rindo culto a Sade y a Sacher-Masoch, no le rindo cuentas a nadie más que a mi deseo y a mi pareja, dependiendo del papel que juguemos en ese rito que compartimos de mutuo acuerdo. Jugándome el alma a través de cada uno de mis sentidos.

Copyright M. M.

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Mientras ordenaba algunas carpetas, le eché un vistazo a una que contiene la mayor parte de los artículos que escribí para diversas publicaciones hace ya algunos años. Este que hoy publico aquí es una colaboración que me pidieron para una revista que, desgraciadamente, tuvo una trayectoria escasa. Pero considero que bien vale la pena rescatar este artículo del olvido ;-)

28 septiembre 2009

¿Y si James Dean hubiese llegado a viejo?



http://www.youtube.com/watch?v=hz2fWQ4e4jE

Anuncio de la compañía de inversiones sudafricana Allan Gray


Corría el año 1955 cuando murió, con tan sólo 24 años. Aun así, le dio tiempo a protagonizar varias películas que pasaron a la Historia. También su figura dejó tras de sí una alargada sombra para la posteridad: pitillo entre los labios, pelo domado hacia atrás, mirada cansada...

James Dean fue un 'rebelde sin causa' y un 'gigante', pero su carrera y su vida se truncaron por un accidente al volante de uno de sus coches deportivos. Le faltó tiempo. Un 'spot' televisivo lo ha 'resucitado' y le da una nueva oportunidad a este mito del cine y del imaginario popular.

Montó a caballo en su vejez, recibió galardones por su trabajo detrás de la cámara, luchó por los niños africanos contra los efectos devastadores del hambre y ejerció de líder en manifestaciones por la paz. Ése recorrido de ensueño, retratado de adelante hacia detrás, es el que hace la compañía sudafricana de inversiones Allan Gray en su última campaña. ¿Su eslogan? "De haber tenido más tiempo, imagina las posibilidades".

El 'spot', de la agencia King James, lleva el acertado título de Leyenda y fue grabado en Ciudad del Cabo. Según recoge el diario británico The Guardian, el 'casting' para hallar al doble de James Dean abarcó a más de 300 personas. Finalmente, un equipo de 150 grabó la campaña. Todo por recordar que James Dean pudo ser aún 'más leyenda'.

Fuente: elmundo.es

27 septiembre 2009

El retratista de las tribus urbanas


(FOTO: Junto a la discoteca Voltereta, Madrid 1990)



(FOTO: En la plaza de los Cubos, Madrid 1990)

Hasta el 15 de noviembre la Sala de Exposiciones Canal de Isabel II (Madrid) acoge la retrospectiva 'Identidades', compuesta por 116 imágenes del fotógrafo Miguel Trillo (aquí una entrevista que le ha hecho el diario Público que bien vale la pena leer) . Sus tres décadas de profesión le han convertido en testigo privilegiado de la mitificada Movida madrileña, pero también del arraigo de la cultura rapera, de la estética 'mod', 'rockabilly' y 'heavy' entre la juventud de todo el planeta. "El joven puede mentir con la palabra, pero no con la ropa, la ropa le delata", afirma Trillo.

26 septiembre 2009

Las hijas de Zapatero: Born to darkness?

El matrimonio Obama y la familia Zapatero en el Museo Metropolitan de Nueva York.


Me había prometido, seriamente, no hablar del tema. En serio. No quería ni tocar el punto debido a a los más variopintos comentarios que he leido a lo largo de la tarde de ayer. Pero justo esta mañana, en el periódico, me he encontrado con dos columnas dedicadas exclusivamente al tema y ambas son de lo más distintas: una dedicada al rock y otra a la moda O_O

A ver, confieso que sabía que el presidente Zapatero había viajado con su familia a la reunión G20 en Estados Unidos. Hasta ahí, todo normal. Pero si no hubiese causado tanto revuelo el hecho de que la web de la Casa Blanca publicó, sin previo aviso, una foto del matrimonio Obama con el matrimonio Zapatero y sus hijas, seguro que no sólo a mí, sino a millones de personas nos hubiese dado igual que las insignes señoritas Zapatero hubiesen vestido de Versace, Chanel o de Hot Topic. El hecho es que desde la Moncloa se pidió (quizá más bien, se exigió) que la fotografía fuese retirada de forma inmediata al aparecer dos menores de edad. Esto fue como el pistoletazo de salida para la avalancha de opiniones a diestra y siniestra que han surgido desde el mimso momento en que la agencia Efe se ha visto involucrada en una polémica sobre la distribución de la fotografía en cuestión y sobre otra imagen de las señoritas Zapatero en la ONU que fue censurada.

Fuera del derecho de libre expresión por parte de la prensa escrita y gráfica, fuera de una especie de psicosis velada que estamos viviendo sobre el uso o mal uso que pueden hacerse con las imágenes de menores, gracias a todas las tropelías causadas por los pederastas, la verdadera polémica ha surgido por la apariencia de las señoritas Zapatero. Vamos, que es algo banal pero parece que un verdadero banquete para que se aprovechen las lenguas viperinas expertas o inexpertas en el mundo de la moda y el protocolo. Alguien por cierto comentó que, hasta donde esta persona sabía, la vestimenta de los hijos de los mandatarios no estaban sujetas a ningún tipo de protocolo. A saber si esto es cierto. Pero lo verdaderamente "espeluznante" para el resto de mortales, es que las chiquillas hayan sido presentadas ante el presidente del país más poderoso del mundo, con semejantes pintas de nietas de Bela Lugosi como ya las han bautizado por ahí. Alguien con más mala leche que simpatía ha hablado de que poco le importa que las señoritas Zapatero jueguen con la ouija en la Moncloa o que planeen asesinatos masivos mientras escuchan a Rammstein O_O Otra más cándida, en su columna de moda, se ha puesto a investigar de qué va eso del Gótico y en apenas un párrafo ha mencionado fechas, grupos de música e inclusive ha construido una rara relación entre la moda Gothic Lolita japonesa y la estética gótica (que a decir verdad, hace varios años, cuando descubrí esa curiosidad que más se presta para ser una variante del cosplay, me pareció encantador pero al cabo del tiempo ha terminado por provocarme repelús con tanto moñito (lazo), tantos olanes y tanta ingenuidad de tres al cuarto y el hecho de que haya tanta gente occidental que se siente identificada con el gótico y ha terminado por imponer la estética Gothic Lolita como una variante más dentro de los estreotipos estéticos).

Me atrevo a decir, tratando de borrar de mi cabeza la serie de tonterías que he leido, que probablemente las chiquillas se sientan atraídas por la estética gótica y si soy franca y sincera, ese detalle me la suda. Pero creo que la gente no se ha puesto a pensar (claro, no son expertos en moda ni pajolera idea tienen) de que existe la posibilidad de que quien se encarga de la imagen tanto de la madre como de las hijas, probablemente ha querido verse influida por toda esa serie de "homenajes góticos" que muchos diseñadores reconocidos están llevando a cabo desde hace dos o tres temporadas. Gente del calibre de Alexander McQueen hasta el propio kaiser de la Maison Chanel: el mismísimo Lagerfeld o mis adorados Gaultier y Galliano, son muchos los que en sus colecciones han incluido elementos que otrora tiempos se consideraban "exclusivamente" propios de la estética gótica (por cierto, tengo pendiente hacer una entrada sobre una exposición que hubo en el Fashion Institute of Technology de Nueva York cuyo título fue Gothic, Dark Galmour). Por ejemplo, las botas que luce la señorita Zapatero de la derecha, no son las "tipicas" New Rock que cualquier gotiquilla luciría. Y su hermana se decanta por un tipo de botín me atrevo a decir que con un pequeño tacón.

En fin, que no voy a extenderme más hablando de cada detalle que lucen las señoritas Zapatero. Sólo insistiré en que, de no haber surgido esa polémica sobre el retiro de la fotografía, seguro ni ustedes ni yo, nos hubiésemos enterado que las hijas de Zapatero, tal como lo menciona Mrs. Rice en su saga de las Crónicas Vampíricas: Recién born to darkness ;-)

25 septiembre 2009

Shape of my heart



http://www.youtube.com/watch?v=sAYsbwSqTF8

"Shape of my heart" - Carmen Cuesta (original de Sting)


He deals the cards as a meditation
And those he plays never suspect
He doesn't play for the money he wins
He doesn't play for the respect
He deals the cards to find the answer
The sacred geometry of chance
The hidden law of probable outcome
The numbers lead a dance

I know that the spades are the swords of a soldier
I know that the clubs are weapons of war
I know that diamonds mean money for this art
But that's not the shape of my heart

He may play the jack of diamonds
He may lay the queen of spades
He may conceal a king in his hand
While the memory of it fades

I know that the spades are the swords of a soldier
I know that the clubs are weapons of war
I know that diamonds mean money for this art
But that's not the shape of my heart
That's not the shape, the shape of my heart

And if I told you that I loved you
You'd maybe think there's something wrong
I'm not a man of too many faces
The mask I wear is one
Those who speak know nothing
And find out to their cost
Like those who curse their luck in too many places
And those who fear are lost

I know that the spades are the swords of a soldier
I know that the clubs are weapons of war
I know that diamonds mean money for this art
But that's not the shape of my heart
That's not the shape of my heart


Del álbum de Sting "Ten Summoner´s Tales" (1993)

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Tengo la "mala costumbre" de tratar de hacer la mayor parte de mi vida con música de fondo. Esto es algo que también mi madre me inoculó: recuerdo que ella casi todo el día tenía la radio encendida, sintonizada en estaciones con música atemporal y en inglés. Ahora yo, generalmente escucho la radio por las mañanas (el resto del día, prefiero poner yo la música vía el ordenador o el dvd), mientras me maquillo y me peino y Happy Demon termina de "aterrizar" luego de navegar la noche entera en el País de los Sueños ;-)

Hace unos días volví a escuchar (después de mucho tiempo) la canción Shape of my heart interpretada por Sting, su autor. Este inglés no es mi plus, pero hay un montones de canciones que me gustan, muchas más de las ya clásicas de la época cuando formó parte de The Police. Y mientras escuchaba este tema, fue inevitable que recordara la peli Leon, el Profesional (1994) (El Perfecto Asesino, en México) pues la canción acompaña parte de las últimas imágenes y los créditos finales de una de las obras maestras del director francés Luc Besson.

Al prestar mayor atención a la letra, pareciera que Sting la hubiese escrito precisamente para la película. Quizá sólo yo encuentro ciertas similitudes entre la historia de Luc Besson y la que cuenta en cinco o seis minutos Gordon Summers mejor conocido como Sting, gracias al jersey a rayas amarillas y negras que usaba cuando era portero de un equipo de fútbol de su juventud ;-) Y es que Leon, el Profesional está tan bien dibujada, que casi es una peli redonda no sólo por lo trepidante y a la misma vez tierna historia bien sustentada en el guión, sino por la química entre los personajes principales: una chiquilla que sin previo aviso despierta a la dura realidad, Mathilda (una perfecta preadolescente Natalie Portman) y un sicario italiano, conocido como The Cleaner (estupendo Jean Reno), que tras su desempeño magnífico y honorable (nunca mata ni mujeres ni niños) se esconde un alma cándida y tierna, un niñote que tiene sentimientos puros. Pero no podemos olvidarnos del agente de la DEA, Norman "Stan" Stanfield (Gary Oldman en estado puro) que es el detonante de toda la acción y que es uno de los villanos más hijos de puta que he visto en el cine (miren, qué mal, olvidé incluido en el listado de mis Diez Desalmados favoritos :p)

Mientras escribo esta entrada, me viene a la cabeza una cierta relación que podría existir entre dos trabajos de Luc Besson: Leon, the Professional y Danny, the Dog interpretada por Jet Li (aquí pueden leer una entrada que le dediqué). En ambas hay altas dosis de acción y muestras absolutas de deshumanización, pero también hay cabida para un lado tierno, humano y hasta bello dentro de la vorágine. En ambas, el tema del amor está tratando con cierta candidez aunque sin caer en una postura ñoña, en todo caso, es un amor puro. Quizá este sensación es difícil de percibir en una historia como la de Leon, el Profesional debido a la diferencia de edad entre Mathilda y Leon. Quizá hay situaciones que no pueden ser del todo vistas con ingenuidad y pueden incomodar a más de diez: ¿Cómo es que un hombre hecho y derecho, que es capaz de liquidar con un rifle de mira telescópica, puede enamorarse de una chiquilla de doce años? Hay que abrir muy bien los ojos del alma para poder captar que el corazón de este hombre es también como el de un niño y que, a pesar del trabajo que ejecuta, no hay perversidad en su actos ni en su forma de mirar y sobre todo, de proteger con su vida misma a aquella niña.

No hace falta decir que Leon, el Profesional es una de mis pelis favoritas de todos los tiempos y una de las primeras que mi marido y yo compramos en dvd original. Por regla general, casi no discutimos por nuestros gustos cinéfilos, aunque esto no quiere decir que tengamos gustos semejantes, pero pelis como las de Luc Besson logran que podamos verlas en paz y que nos satisfagan por igual.


PD: Después de mucho buscar, decidí incluir en esta entrada un fanvideo de Leon, el Profesional musicalizado con una perfecta versión de una cantante española afincada en Nueva York que se ha movido mucho más por los ambientes del jazz.

23 septiembre 2009

Que llueva, que llueva


Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan, la luna se levanta... Sí, lo sé, es una canción sin ton ni son, hahaha, pero mi madre me la enseñó cuando yo era muy pequeña y es que, debido a la influencia total materna, desde que puedo recordar, siempre me ha gustado la lluvia y siempre que he tenido oportunidad, salgo y me empapo. Menos mal que no he sido enfermiza, que de lo contrario, ya me hubiese pescado una pulmonía galopante o algo así :p

En esta parte de España, al fin el verano se ha largado y el otoño ha entrado casi por la puerta grande con una ligera bajada de temperaturas (ya era hora) y muchas lluvias en buena parte del este de España. Aquí, en Valencia capital, hemos tenido lluvia constante desde anoche que por momentos se tornó tupida. La delicia de todo esto, es que no hay nada comparable a dormir arrullada por el sonido de la lluvia de madrugada, jejeje. Esta mañana, Happy Demon estaba contento porque al descubrir que lloviznaba, supo que podría llevarse su paragüas de los Piratas del Caribe ;-) Yo no sé si es por eso que el gusta tanto la lluvia, hahaha, y yo haciéndome ilusiones de que todo se debía, de nuevo, a la influencia materna :p

Hace unos días, leía en le periódico que desde 1970 no se sentía un verano tan sofocante como el que recién se ha terminado :p A excepción del de 2003 que cuentan que fue cuasi asfixiante (sobre todo en el sur de España). Yo debo decir que en el tiempo que tengo viviendo aquí, no había aborrecido tanto el hecho de casi no para de sudar, de tener la sensación de que nada te quita el calor. Es por eso que prefiero el frío: basta con que te arropes bien y tan-tan. Sin embargo, tendré que esperar bastante para disfrutar del frío: quizá debido al cambio climático (aunque no lo dicen con todas sus letras) este otoño será más cálido de lo normal. Y aquí entre los chiquillos y nosotros mismos, nos hacemos lío con la ropa y para muestra hoy mismo: sí, hasta hace media hora, llovía y soplaba un aire que aquello te recordaba en cierta medida a los huracanes, pero ni gota de ambiente frío, ni siquiera refrescante. Al contrario: se siente un bochorno agobiante. A los chiquillos o les pones camisetas de manga larga pero finitas o de plano manga corta con alguna chaqueta por encima ligerita. Luego vienen los constipados que entre todos se contagian y que temrinan por transmitirnos a los padres. Esto no es entretiempo, esto es un demsadre de no saber qué ponerte porque por la mañana refresca, a mediodía te asas y por la tarde vuelve a llover :p

Con respecto a la vuelta a clases, Happy Demon lo lleva bastante bien, mejor de lo que yo misma esperaba porque durante el verano le preguntabas si tenía ganas de volver al cole, inmediatamente te decía : Noooo, hahaha. Pero en cuanto el primer día vio a sus amigos, todo tranquis. Lo malo es que aún no coge el ritmo de dormir temprano, pero ojo, yo no soy de esas madres que a las nueve ya quieren a los chiquillos metidos en la cama y con todas las luces apagadas. Aunque sí que me gustaría que Happy Demon de nuevo se durmiera a las diez y media u once, así descansaría mejor, que casi todos los días (lo peor son los fines de semana :p) se despierta por sí mismo a las siete y media de la mañana y con unos ánimos y una energía que ya los quisieran más de diez, hahaha.

Happy Demon ha iniciado segundo de Educación Infantil, lo que en México sería primero de preprimaria o quizá kinder puro y duro :p Y si bien, trato de recordar que en mis tiempos, bastaba con que llevaras un lápiz o una cajita de crayolas (ceras, aquí) y un pequeño cuaderno, hoy casi me quedé sin aliento al ver el listado de libros que le han pedido a Happy Demon: nada menos que trece O_O, sip, han leído bien, trece libracos para una criaturita de apenas cuatro años y medio. Entre los que están los de inglés (a partir de este año, todos los chiquillos de Educación Infantil recibirán clases de inglés dentro del programa escolar), uno por cada vocal, cuatro o cinco para los números y tres carpetas con sus respectivos cuadernos de actividades, cuentos y demás para cada uno de los tres trimestres y el de religión, pufh!. Mi marido alucinaba cuando fuimos a recogerlos al Corte Inglés. Las chicas que atiende, como están acostumbradas sólo sonreían cortesmente, pero a los padres se nos desorbitaban los ojos al comprobar libro por libro según el listado. Hace poco que se publicaron unos resultados, con mucha más sorpresa que vergüenza, que España ocupaba uno de los peores lugares a nivel mundial en educación, pero lo cierto es que al menos en esta parte de España y en el colegio donde estudia Happy Demon, me parece que no es posible quejarse absolutamente de nada. No me baso en al cantidad de libros que han pedido, ni mucho menos, sino en la calidad de la enseñanza que no sólo lo veo en los niños de Infantil, sino con varios de sus hermanos que cursan diferentes niveles de primaria. El profesorado vale la pena y hasta el momento no he escuchado que ningún padre se queje, y si lo hiciesen en todo caso sería porque les exigen a los chiquillos.

Por cierto, a ver cómo prospera esa propuesta que ha surgido de la Comunidad de Madrid para que el profesor se convierta en autoridad pública dentro de los colegios, con el fin de que se le vuelva a respetar. Que tal como anda el patio, mucho se necesita. Gracias a la educación y eso entre comillas, que muchos padres actuales inculcan a sus hijos, estos han perdido todo respeto por cualquier figura de autoridad. Y ya no se trata de ese espíritu rebelde que todos hemos padecido en nuestra adolescencia, sino por la falta de valores, por un desprecio total a todo lo que implique disciplina y compromiso. Creo que hoy más que nunca, los chicos viven en un mundo donde todo es desechable y donde lo único que importa es pasar el rato. Poco importa lo que venga después.



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20 septiembre 2009

Narcotour

Jesús Malverde, el "santo" de los narcos


"¡Bienvenida a Culiacán, cuna de grandes capos mexicanos!... Esta es la capital del narco, donde el tráfico de drogas es una subcultura, una forma de vida, una actividad productiva de la cual todos nos beneficiamos..."

Así empieza Luis, taxista de profesión, su particular viaje por los submundos del clandestinaje sinaloense: "Ni modo, señito, es la puritita verdad. Todos salimos beneficiados. Son ellos (los narcos) los que nos dan de comer. Generan empleo de mil formas. Y mientras envenen a los negros, a nosotros qué"....Le pregunto: ¿Cuáles negros? Pues los gringos, los mulatos del otro lado. Los capos no envenan a los nuestros. La droga va pa'allá... pa'Estados Unidos."

Luis cobra 300 pesos por narcotour. No es una actividad promovida por la Secretaría de Turismo, pero si tolerada. Muchos trabajadores del volante han encontrado en ello su forma de subsistir. Los narcotours no se anuncian en ninguna guía turística, pero basta con acudir a cualquier cantina para que surja la propuesta del taxista de turno. "La Ballena" es el típico lugar de mariscos y carnitas de puerco. La inmortalizó Arturo Pérez Reverte en su novela "La reina del sur". Es un lugar con enorme arraigo local. Como "la Ballena" hay decenas de cantinas o bar-restaurantes donde hay parroquianos que se distinguen por su actividad empresarial. Sus mejores clientes no solo llevan camisas de ceda marca Versace y gruesas cadenas de oro al cuello, también están escoltados con hombres corpulentos y metralleta en mano. A veces, cierran los locales ante la mirada atónita de los comensales: "Tranquilos, sus cuentas están pagadas. Solo voy a comer!", les dicen "educadamente", según me cuenta el mesero: "Y le sale gratis la comida". Esta tarde no hubo suerte. "Vengase pasado mañana", me recomienda. ¿Y qué pasa si hay balacera?, le pregunto. "¡Ni modo!... Si nos toca nos tocó". Los narcos hacen vida cotidiana y sorprendentemente tienen una intensa agenda social que incluye lugares públicos. Salen más a menudo de sus guaridas de lo que al gobierno le gustaría reconocer. Por lo pronto, "La Ballena" está colapsada. Las hummers y escalades se agalopan en la entrada... ¡Esto es Culiacán, señito, aquí es otro pedo! Ellos andan libres. Nadie los molesta."

Luis se convierte súbitamente en guía. Nuestra primera parada es la capilla de Jesús Malverde, el santo de los narcos: "Aquí, cada dos por tres, hay pachanga. Ellos vienen a dar gracias por el éxito del cargamento. Cada vez que pasan la droga pa'l otro lado, vienen con hieleras llenas de cerveza y banda. Invitan a tomar y a bailar... ¡San Malverde es muy milagroso!", dice exhalando un repentino suspiro. La iglesia católica se niega a reconocerlo, pero sus fieles seguidores aumentan vertiginosamente en esta nueva era mexicana del narco. La parroquia vende todo tipo de recuerdos con la imagen del santo. El joven vendedor me ofrece una estampita a 10 pesos: "Se vende todo muy bien. Si viera. Esto se llena de camionetonas y cochazos. Todos vienen a pagar las mandas por los favores recibidos. Son gente muy generosa. Siempre dejan su buen dinero". La capilla esta llena de mensajes de agradecimiento y fotos de la gente beneficiada. Hay distintas imágenes del santo venerado con veladoras encendidas y flores. El corrido se escucha una y otra vez: ..."Yo cargo tu retrato por donde quiera que voy. Especialmente en mis tratos cuento con tu bendición".

Luis me lleva luego a la zona comercial de Tres Ríos: "Aquí en este estacionamiento mataron al "Chapito", el hijo del Chapo Guzmán. El día de las madres lo dieron a conocer. Fue un duro golpe para él. ¡Imagínese, su hijito, el heredero de todo!... ese día empezó la guerra y un año después no ha terminado". Las cifras oficiales reconocen más de 1.000 muertos registrados el año pasado en Sinaloa de los 10.000 en todo el país, pero la estadística no incluye los cientos de "levantados" por el crimen organizado y presumiblemente asesinados.

Esta es la tierra de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, mejor conocido como "El Chapo" Guzmán, uno de los 38 hombres más ricos del planeta, según la revista Forbes. Es el líder de la "Alianza de Sangre", mejor conocido como el Cártel de Sinaloa. El gobierno de Estados Unidos ofrece 5 millones de dólares por información que ayude a su captura, mientras que el gobierno de Felipe Calderón sitúa la recompensa en 2 millones de dólares: "Ay, señito, que no se hagan gueyes" --- me dice Luis que continúa llevándome de narcotour a 50 kilómetros por hora--- "todos saben dónde está. Por aquí, por esta parte se pasea. Nomás pregunte y verá. Muchos lo han visto en discotecas, restaurantes, caminando por la calle", dice cambiando su tono de voz convertido ahora en susurro. La zona residencial esta cubierta de ostentosas mansiones: "Esta es una de sus casas y más adelante está otra de las muchas del Mayo Zambada. A unos minutos más, señala la casa donde detuvieron a Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, presunto operador del cártel de Sinaloa y brazo derecho de El Chapo. Y a continuación me muestra la casa de Julio César Chávez, el boxeador... "Él también está en el negocio, señito, lo que le dije: son muchos los que nos beneficiamos. Hay que reconocerlo. Escríbalo: ellos nos traen prosperidad".


El Boomerang
Blog de la periodista Sanjuana Martínez
15 de junio de 2009


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Cuando estás lejos de tu tierra, parece que valoras mucho más todo aquello que no te daba ni frío ni calor y que sin querer se ha convertido en parte importante de la cultura popular. Ya he comentado que mi gusto por los Tigres del Norte se reforzó y creo que aumentó, jejeje, hasta que me vi a más de nueve mil kilómetros de distancia de mi patria. Es un gustazo escuchar a mi marido canturrear Pacas de a kilo, hahaha, por ejemplo. Aunque, permitan que les diga que no se trata de un español que quiere a toda costa mexicanizarse, cosas que más que halagarme, me revuelve las tripas. Casarse con un extranjero es una experiencia que te enriquece culturalmente, pero eso no significa, al menos para mí, que debas mimetizarte. Conozco el caso (patético en extremo, para mí) de un español que fue a México a casarse vestido de charro :/ y que si bien no lo he tratado a fondo en persona, cuando se expresa en los foros, intenta por todos los medios usar modismos y frases hechas mexicanas. Lo siento, pero esta actitud no despierta en mí más que risa y cierto malestar, como si en el fondo, esa persona renegara de su origen...

En fin, que me voy por las ramas, hahaha. Que es muy cierto que cuando estás lejos de tu tierra valoras más un montón de cosas y yo he descubierto una inclinación medio rara con respecto al narcotráfico (sin duda, es un mundo fascinante en donde más que admiración por mi parte, hay una atracción peculiar). Será que mucha gente en este lado del mundo me pregunta y yo me veo incapaz de alzarme de hombros y no abrir la boca, jejeje. Así que voy pepenando información y trato de mantenerme al día. Después de todo, el narco es el pan de todos los días en la mayor parte de mi tierra.

Siento declarar que no conozco a fondo el trabajo de la periodista Sanjuana Martínez, a pesar de que en 2006 recibió el Premio Nacional de Periodismo. Pero he encontrado su blog por casualidad y he decidido copiar esta entrada dedicada a Culiacán. Por cierto, hubo un comentario de un sinaloenese que indicó que la famosa cantina La Ballena no es como la pinta el maese Pérez-Reverte en la novela La Reina del Sur. Según se asegura en ese comentario: la cantina se encuentra situada en un lugar infernal y no por lo peligroso sino por lo "populoso", ya que frente a la cantina se ubica una de las paradas del transporte público con mayor flujo de pasajeros y que por otra parte no cuenta con estacionamiento, así que nanay de que en la entrada veas las Hummer. Además, según también el comentario, ni siquiera un narco de medio pelo se pararía ahí :P

19 septiembre 2009

El Norte, nuevo laboratorio de la literatura mexicana



Aunque no se ha escrito la gran novela sobre el narcotráfico, en México abundan las novedades literarias que tienen como escenario ciudades de la frontera norte y como ingredientes el narcotráfico, la violencia, las ejecuciones y el crimen. Élmer Mendoza asegura que "el norte es un estupendo laboratorio donde la vida se da de muchas maneras, incluyendo la violencia pública".

Muchos de los escritores que recrean sus historias en ciudades fronterizas, saben que el fenómeno del narcotráfico en los estados principalmente del Norte se había vivido desde hace muchos años; ellos han sido testigos de cómo ahora se ha extendido a todo el país. Ese tema que está en los noticieros y en los periódicos por la violencia que acarrea, toca a los escritores norteños porque no pueden sustraerse al contexto en el que viven.

"Somos muchos y de muchos orígenes los que estamos trabajando una estética de la violencia; de momento es una literatura muy fuerte y propositiva" señala Mendoza, autor de Balas de Plata y lo confirman otras voces como las de Eduardo Antonio Parra, Luis Humberto Crosthwaite, Alejandro Almazán, Heriberto Yépez, Hilario Peña, Alejandro Páez Varela y Rafael Saavedra.

Nacidos en la frontera —salvo Alejandro Almazán— y habitantes de ciudades norteñas —no así Paéz y Almazán que viven en el DF—, los narradores consultados por KIOSKO, asumen que este periodo histórico que vive México será documentado tal como lo han estado haciendo los periodistas y escritores del norte desde hace varios años.

Material de novela

Luis Humberto Crosthwaite afirma que no habrá una sola novela que deslumbre, sino un conjunto de obras que nos darán una visión general de esta época. El mismo narrador señala que el narcotráfico es llevado a la literatura porque forma parte de la realidad cotidiana, como la miseria y la corrupción. "La noticia sobre el narco es irresistible porque brinda material esencial para una novela; el escritor inventa lo que los periodistas no dicen porque no es su trabajo hablar de los detalles mínimos, las personalidades, el dolor humano".

En eso coinciden todos los escritores: las novelas no cuentan la realidad, la reinventan y aun así denuncia, como afirma Alejandro Páez: "Los románticos pusieron sobre la mesa de Europa del Siglo XIX la vida miserable de las ciudades. Los norteños hemos denunciado desde hace mucho tiempo al narco, los excesos y el abandono de la Federación; lo seguimos haciendo ahora".

Alejandro Almazán, periodista y narrador que ha publicado recientemente Entre perros, asegura que la novela del narcotráfico la escriben escritores del Norte, pero también quien no lo es, mas no como alguien que aprovecha la oportunidad. No considera que su novela sea coyuntural ni oportunista, como corren el riesgo de ser tachados algunos libros sobre el narco. "Hay varios colegas que están tomando la novela para contar, hay quien dice que la novela es la única manera de contar lo que realmente pasa con el narcotráfico porque en los periódicos no se puede", asegura.

Páez Varela, autor de Corazón de Kaláshnikov, no tiene duda de que la guerra contra el narcotráfico dejará cerca de 30 mil muertos en este sexenio.

"Esta enorme cicatriz tendrá un reflejo no sólo en el periodismo, sino también en la literatura. Habrá, por supuesto, más experiencias relacionadas con estos eventos. Habrá más historias que contar. Y serán contadas".

Tampoco Eduardo Antonio Parra le ve fin próximo a esta oleada de violencia ni al fenómeno del narcotráfico. "La gran novela del narcotráfico no se ha escrito y no sé si esté cerca de escribirse, tendría que venir de un escritor que conozca el territorio y conozca diferentes lenguajes narrativos para encontrar la perspectiva ideal y hacer una obra bastante sólida", apunta el cuentista y novelista.

El morbo y los medios

Aunque hay una tendencia a esa literatura, el narcotráfico no es un tema nuevo en el Norte. Desde los años ‘30 se exploraba el submundo fronterizo desde Tijuana, con toda su violencia, vida nocturna, narcocultura, drogas y excesos.

Lo sabe el escritor Heriberto Yépez: "Cuando vives en la frontera la vida la pones en peligro todos los días. Para llegar a mi casa paso por al menos dos fuertes retenes, hace unas semanas ejecutaron a una persona a una cuadra y media de donde redacto estas líneas, así que cuando escribo sobre la frontera, literalmente, los balazos los estoy escuchando por mi ventana".

Rafa Saavedra, también escritor tijuanense, asegura que muchas de las historias del narcotráfico merecen ser contadas por los personajes y las tramas con cierto impacto social. "Hay un morbo popular alimentado por lo mediático; el narcotraficante y sus acólitos se han convertido en México en una cuestión aspiracional y al mismo tiempo ‘El Coco’ del que hablaban las historias orales de nuestras abuelas".

Todos saben que nunca serán demasiadas las novelas sobre el narcotráfico, aunque los críticos lo afirmen. Parra se pregunta ¿cuándo es demasiado un tema para la literatura?, sobre todo teniendo en cuenta que "casi todas las novelas van a ser olvidadas en unos cuantos años y sólo sobrevivirá una pequeña minoría. Es cosa de esperar unos 10 años, un 80% de esas novelas que se publican ahora quedarán olvidadas, sólo sobrevivirán las que tienen calidad literaria y las que saben encontrar lo humano en el tema", afirma el autor.

Hilario Peña, el joven escritor que ha saltado al mundo literario con Mala suerte en Tijuana, es opositor a las etiquetas literarias como es la novela del narcotráfico; él prefiere llamarlo novela del crimen, como define su propia historia. Niega también que su novela se inscriba en la literatura de narco. "El narcotráfico es un elemento, como lo es la violencia, pero el tema central no es la cultura del narco; mi propuesta es hablar del hombre solo, como ese gran romántico que se enfrenta solo a la vida".


Yaneth Aguilar
Diario El Universal
18 de septiembre de 2009


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Miguel Cabañas: Vamos a hablar un poco de tu obra. ¿Por qué te motivó escribir sobre el tema del narcotráfico?

Élmer Mendoza: Es un asunto de contexto. Yo vivo aquí en Culiacán, Sinaloa. Desde que me acuerdo he escuchado hablar del tema, he oído cosas buenas, cosas malas, los mitos; he visto que es parte de los sueños de los jóvenes, que es parte de las preocupaciones de los viejos, que es parte del placer de los policía, es decir, me pone en un contexto. El tema me busca. Yo no siento que a mí me interese el tema así como tal, pues que sea parte de mis preocupaciones o que me exija una preparación, no. Estoy ahí y él está conmigo y entonces sale natural. Creo que es un asunto de contexto o de destino. Vivir ahí y estar ahí y querer expresar cosas sobre mi realidad real entonces siempre aparecen temas que tienen que ver con el narco.

MC: ¿Y lo que te interesa, son más las consecuencias del fenómeno que ha tenido para la sociedad dónde tú vives, o más específicamente la violencia?

EM: Como individuo sí me interesan las consecuencias, pero como escritor no. Como escritor lo que estoy intentando es dilucidar algunos registros que pudiera tener sobre la realidad y sobre la mitología; más sobre la mitología que ha surgido sobre el caso. Y buscar convertirlo en literatura, sin que haya un sentido moral o un sentido de juzgar a los que no me corresponde. Simplemente está allí e intento que quede. Evidentemente al pasar por mi tamiz debe tener alguna característica particular, pero no es algo que yo busque. Ellos hacen los suyo y yo hago lo mío y ya.

MC: Aparte no eres el único escritor que ha escrito y está escribiendo sobre este fenómeno. Está presente en el narcocorrido y muchos otros escritores mexicanos como César López Cuadras, Gabriel Trujillo Muñoz, Eduardo Antonio Parra, e incluso Paco Ignacio Taibo II, pero quizá hay gente que percibe en esto un fetichismo temático, la gente puede pensar que estás representando la parte fea de la sociedad, digamos, la parte más oscura. ¿Qué piensas tú al respecto?

EM: A mí sí me han clasificado como un escritor del narco, y es algo que a mí no me molesta, me tiene sin cuidado. Otros dicen que lo que estamos haciendo es señalar algunas de las llagas más putrefactas de la sociedad de nuestro tiempo, que es algo que tampoco me interesa, es decir, esos juicios no son juicios que yo haría e incluso me sorprenden cuando me entero que es a la conclusión a que llegan. Nos toca vivir en una época y en una región donde las formas de delinquir tienen que ver con eso. Quizá en el siglo XIX o al principio del siglo XX, eran otras las formas en que los delincuentes se desenvolvían y hay casos fascinantes y casos que me aterran como el del Jack El Destripador, “El asesino de la Luz Roja”, que mataba a muchachas y las violaba. En ese sentido, yo creo que el tipo de delincuentes que nos rodean son delincuentes que tienen que ver con la épica, así es que aparece el interés de los corridistas, digamos, ¿por qué? Porque es una actividad que no es fácil, que requiere una cierta capacidad de negociación, de ubicación, de reparto de utilidades previo incluso antes de que ocurra, hay toda una política de concertación de los sectores que pueden obstruir el trabajo, digamos que en ese sentido es una empresa muy moderna y muy globalizada, todos pueden obtener lo que les corresponde, por hacer su trabajo o por no hacer su trabajo. Se me hace interesante lo que ocurre, enterarme, por ejemplo que financian campañas políticas, de que prácticamente en este país parece que no hay campaña de ningún político en que [los narcos] no tengan algo que ver. Esa manera de ser tan "sociables" y de estar en las actividades más importantes de nuestro país. En este caso, los lectores y los escuchas de corridos son los que terminan por juzgar, por atemorizarse, por asustarse, y ojalá que pudieran llegar a conclusiones. Yo no creo que eso pase, últimamente se han estado generando espacios ya donde la crueldad es evidente, por la gente a la que matan, como que entre ellos están perdiendo los códigos de honor, los códigos de la discreción.

Fragmento de una entrevista realizada el 14 de abril de 2005

18 septiembre 2009

2003



http://www.youtube.com/watch?v=6Gm389YxvgU

"Bring me to life" - Evanescence


How can you see into my eyes like open doors?
Leading you down into my core
Where I've become so numb

Without a soul
My spirit's sleeping somewhere cold
Until you find it there and lead it back home

-CHORUS-
[wake me up] Wake me up inside
[I can't wake up] Wake me up inside
[Save me] Call my name and save me from the dark
[Wake me up] Bid my blood to run
[I can't wake up] Before I come undone
[Save me] Save me from the nothing I've become

Now that I know what I'm without
You cant just leave me
Breathe into me and {make me real
Bring me
To life

-CHORUS-
[wake me up] Wake me up inside
[I cant wake up] Wake me up inside
[Save me] Call my name and save me from the dark
[Wake me up] Bid my blood to run
[I cant wake up] Before I come undone
[Save me] Save me from the nothing Ive become

{Bring me to life
[Ive been living a lie..Theres nothing inside]
{Bring me to life

Frozen inside without your touch
Without your love, darling
Only you are the life among the dead

[All of this I, I cant believe I couldnt see
Kept in the dark, but you were there in front of me]

I've been sleeping a thousand years it seems
Got to open my eyes to everything

[Without a thought, without a voice, without a soul]
Don't let me die here (It most be something wrong)
Bring me to life

-CHORUS-
[wake me up] Wake me up inside
[I can't wake up] Wake me up inside
[Save me] Call my name and save me from the dark
[Wake me up] Bid my blood to run
[I can't wake up] Before I come undone
[Save me] Save me from the nothing I've become

Bring me to life
[I've been living a lie.. There's nothing inside]
Bring me to life

Del álbum "Fallen" (2003)

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Hace seis años, un día como hoy, llegué a España con ilusiones y dudas desperdigadas por mis tres maletas. Había decidido que tenía que cambiar de aires. Que, para bien o para mal, en México no había nada para mí. Desde hacía varios meses atrás estaba desempleada y empantanada en una promesa laboral que nunca terminó de arrancar. Y yo ya no quería trabajar más sustentada sólo por la "buena vountad" de la gente. Vamos, en pocas palabras: no me hallaba. Tampoco nada me retenía, sentimentalmente hablando.

A decir verdad, no pensé mucho la posibilidad de venir a España y a decir verdad, las cosas no salieron como yo las había planeado. Y como nunca comprobé que sólo en este tipo de situaciones, que por momentos se vuelven extremas, es cuando uno conoce a la gente que vale la pena y a los hijos de puta que abundan. Para fortuna tuya o para desgracia de otros, también compruebas que eres capaz de sobrevivir. Que te las ingenias, tomas aire y tratas de levantar cabeza a pesar de que todo indica que puedes fracasar o hundirte.

En seis años, mi vida ha dado un giro de 180º en todos los sentidos. Mucho más de lo que pudo ocurrir en diez o en quince. Y a pesar de que no me quejo, puedo decir que he lidiado lo mejor posible con todas y cada una de las sorpresas que han surgido en el camino.

Y aquí estoy :) tratando de adaptarme, tratando de ampliar mi visión del mundo y de la gente, sin renegar jamás de mis raíces, pero sin aferrarme a evolucionar. A veces me cuesta muchísmo trabajo identificarme con los compatriotas que he ido encontrando. La gran mayoría son personas demasiado cerradas que en su momento renegaron de su patria para salir pitando y cuando ya están lejos de la misma, ocupan la mayoría de su tiempo en recrearse en una nostalgia barata, en criticar a diestra y siniestra la tierra donde ahora viven y en hacer comparaciones que no vienen al caso. Remarco que la mayoría, aunque no todos. También he comprobado, en carne propia, que el mexicano fuera de su tierra, es un hijo de puta que si puede te mete zancadilla y no es capaz de ofrecerte ni un vaso de agua.

En seis años he creado una familia, he sido arropada por otra, he tenido la fortuna de crear buenos amigos y estoy segura que he crecido mucho interiormente. Hay cosas, deseos, anhelos, que conforme transcurre el tiempo ha sido necesario modificar o de plano hacer a un lado esperando tiempos mejores o más propicios... Pero, no me quejo. Puedo seguir afrontando las sorpresas de la vida.

En 2003 se dio a conocer la banda Evanescence con este tema que significa mucho para mí, a pesar de que los medios lo quemaron demasiado. Yo lo descubrí en el soundtrack de la peli Daredevil y recuerdo lo mucho que me gustó desde la primera vez que lo escuché mientras disfrutaba de la peli en el cine. Posteriormente, me acompañó durante mi odisea, jejeje y se convirtió en pieza indispensable del soundtrack no sólo de mi vida, sino de mi primigenia relación y posterior matrimonio. La frase: Call me name and save me from the dark me recuerda y mucho esos días que pasé en Sevilla y los primeros que empezé a vivir aquí en Valencia ;-)

Ya para terminar, aquí dejo un fragmento de la novela El Siciliano del maestro Mario Puzo, que incluí en el mail donde me despedí de mis amigos. Me parecía que reflejaba mucha cosas que sentía en esos momentos:


"Desde el borde de un escarpado peñasco, cerca ya de la cumbre del Monte D’Ora, Giuliano y Pisciotta contemplaban la ciudad de Montelepre. Allá abajo, a pocos kilómetros de distancia, las luces de las casa empezaban a luchar contra la creciente oscuridad. Giuliano incluso creyó oír los altavoces de la plaza, siempre conectados con las emisoras de radio de Roma para alegrar con su música a los habitantes del pueblo que salían a dar un paseo antes de la cena.

Pero el aire de la montaña era engañoso. Tardarían dos horas en bajar al pueblo y cuatro en regresar al monte. Giuliano y Pisciotta habían jugado allí de niños, conocían todas las rocas y las cuevas y las galerías de aquellas montañas. Al pie de aquel peñasco se encontraba el Grotto Bianco, la cueva preferida de su infancia, más grande que cualquier casa de Montelepre.

Turi Giuliano pensó que Aspanu había cumplido muy bien sus órdenes. La cueva estaba bien provista de sacos de dormir, cacerolas, cajas de municiones y bolsas con pan y comida. Había una caja de madera con linternas, faroles y cuchillos y tenía también algunas latas de petróleo.

-Aspanu – dijo riéndose -, podríamos quedarnos a vivir aquí siempre.

-Sólo unos cuántos días – contestó Aspanu -. Es el primer lugar que registraron los carabinieri cuando te buscaban.

-Sólo buscan de día. Por la noche estamos a salvo.

El manto de la noche había caído sobre las montañas, pero el cielo estaba tan estrellado que se podían ver uno a otro con toda claridad. Pisciotta abrió la bolsa de mano y empezó a sacar armas y prendas de vestir. Poco a poco y con mucha ceremonia, Turi comenzó a equiparse. Se quitó el hábito de monje y se puso los pantalones de pana y una amplia zamarra con muchos bolsillos. Se metió dos pistolas al cinto y con una correa se ajustó la pistola ametralladora en el interior de la chaqueta, de forma que no se viera y, al mismo tiempo, pudiera echar mano de ella inmediatamente. Se ciñó la canana a la cintura y añadió más cajas de municiones a las que llevaba en los bolsillos de la zamarra. Piciotta le entregó un cuchillo que él alojó en una de las botas militares que calzaba. Después introdujo una tercera y pequeña pistola con su correspondiente funda y correa bajo la axila izquierda. Finalmente revisó con sumo cuidado todo el arsenal.

El fusil lo llevaba a la vista, en bandolera. Una vez listo, miró sonriente a Pisciotta, que sólo llevaba la lupara y una navaja en la parte posterior del cinto.

-Me siento desnudo –dijo Pisciotta- ¿Podrías andar con tanta chatarra encima? Como te caigas, no podrás levantarte.

Giuliano seguía esbozando su enigmática sonrisa de chiquillo que cree tener el mundo en sus manos. La enorme cicatriz del costado le dolía debido al peso de las armas y las municiones, pero él acogía con agrado aquel dolor que le daba la absolución.

-Estoy dispuesto a ver a mi familia o enfrentarme con mis enemigos –le dijo a Pisciotta.

Ambos jóvenes empezaron a bajar por el largo y serpeante camino desde la cima del Monte D’Ora conducía a la ciudad de Montelepre.

Descendían bajo la bóveda estrellada. Armado para enfrentarse a la muerte y sus congéneres humanos, aspirando el perfume de los lejanos limonares y de las flores silvestres, Turi Giuliano experimentó una serenidad que jamás había conocido. Ya no estaba a merced de cualquier enemigo. Ya no tenía que luchar contra el temor a la cobardía. Si por la fuerza de su voluntad había conseguido no morir y que su cuerpo desgarrado se restableciera, ahora se creía capaz de repetir lo mismo una y otra vez. Ya no dudaba de que el suyo era un esplendoroso destino. Era como aquellos legendarios héroes medievales que no podían morir hasta haber llegado al final de su largo camino; hasta haber alcanzado sus grandes triunfos.

Jamás abandonaría aquellas montañas, aquellos olivos, aquella Sicilia. No tenía más que una vaga idea de cual iba a ser su futura gloria, pero no dudaba ni por un momento de que la alcanzaría. Jamás volvería a ser un pobre muchacho campesino, temeroso de los carabinieri, los jueces y la demoledora corrupción de la ley.

Habían dejado la montaña y se estaban adentrando en los caminos que conducían a Montelepre. Pasaron por delante de unas imágenes de la Virgen y el Niño cuyas túnicas de yeso brillaban como el mar a la luz de la luna. La fragancia de los huertos llenaba el aire de una dulzura casi embriagadora. Giuliano vio que Pisciotta se agachaba para recoger un higo chumbo madurado por el aire nocturno, y le envolvió una oleada de afecto hacia aquel amigo que le había salvado la vida, un afecto que tenía su raíz en su infancia en común. Quería compartir con él su inmortalidad. De ningún modo morirían como unos campesinos anónimos, en la ladera de una montaña de Sicilia. Presa de un inmenso júbilo espiritual, Giuliano rompió a gritar:

-¡Aspanu, Aspanu, yo creo, yo creo!

Y echó a correr pendiente abajo, abandonando las espectrales rocas blancas y pasando junto a varias imágenes de Jesucristo y de algunos de sus mártires, protegidas por cajas cerradas con candados. Pisciotta corrió a su lado, riendo, hasta que ambos penetraron en el arco de luz lunar que bañaba el camino de Montelepre".

16 septiembre 2009

Cuestionario Proust


Que nadie piense que este blog apenas y roza aspectos personales de su creadora ;-) Sucede que a veces las noticias construyen su propio espacio y resulta inevitable cederles el paso :p Pero aún tengo pendiente un breve resumen de este verano agobiante, del regreso a clases de Happy Demon y otros temas. Mientras tanto, dejo una de las tantas variantes del cuestionario Proust que he decidido realizar luego de encontrarlo en uno de los números de la revista Qué Leer.

En otras ocasiones he contestado otros, por si es mucha la curiosidad de los lectores sobre mí, hahaha: aquí el primero, uno de música, cinco hábitos extraños, mi top ten de Desalmados fílmicos y finalmente otro más de música donde había que responder cada pregunta con canciones representativas. Creo que estos son todos hasta el momento.


Aquí vamos:

-Lo que más aprecio en mis amigos: Lealtad, sinceridad, inteligencia y sentido del humor.

-Mi principal defecto: Un poquito de falta de disciplina y de paciencia :p

-Mi ocupación favorita: Leer y escuchar música.

-Mi sueño de felicidad: Alcanzar mis metas y conocer los sitios con los que he soñado desde niña.

-Cuál sería mi mayor desgracia: Perder a mi hijo (no sólo físicamente).

-Quién me gustaría ser: Alguien que pueda vivir de su talento (para más inri como la Rowling, hahaha).

-El país donde desearía vivir: Me gusta mi tierra y me gusta donde vivo ahora, pero quizá mi sueño sería Irlanda o Italia.

-Mi color favorito: Negro

-La flor que más me gusta: Clavel rojo, nardos, rosa roja.

-El pájaro que prefiero: Águila y halcón.

-Mis autores favoritos en prosa: Anne Rice, Poppy Z. Brite, Alexander Dumas, Isabel Allende, Arturo Pérez-Reverte, Emilio Salgari, Edgar Allan Poe, Lovecraft, Storm Constantine, Karen Blixen, Oscar Wilde, Mario Puzo, Gabriel García Márquez, Tolkien, Clive Barker, Emily Bronte, J.K. Rowling, Juan Rulfo, Juan José Arreola.

-Mis poetas favoritos: Baudelaire, Rimbaud, Sor Juana Inés de la Cruz, José de Espronceda, Corcobado.

-Mis héroes de ficción: Edmund Dantés, el Mosquetero Aramis, Capitán Alatriste, Rey Arturo, el William Wallace de la peli Braveheart.

-Mis compositores favoritos: Puccinni, Chopin, Bach, Handel, Porpora.

-Mis pintores favoritos: Van Gogh, Dalí, El Greco, El Bosco, Remedios Varo, Da Vinci, Frida Kalho, Diego Rivera, Goya, Turner, Burner-Jones.

-Mis héroes en la vida real: Martin Luther King, Gandhi, Nelson Mandela.

-Mis heroínas históricas: Leonor de Aquitania, Sor Juana Inés de la Cruz.

-Lo que más detesto: La vulgaridad, la imbecilidad, el chismorreo, la prensa rosa, la prepotencia, la corrupción política, la falsedad.

-Mis nombres favoritos: Sebastián, Marco, Perseo, Anthea, Amanda, Arturo, Circe., Leila.

-Figuras históricas que detesto: Hitler.

-El hecho militar que más admiro: Probablemente ninguno.

-El don de la naturaleza que desearía poseer: Un buen ojo para la fotografía.

-Cómo me gustaría morir: Dormida, a una edad más o menos avanzada donde aún no haya perdido la dignidad y la cordura.

-Estado actual de mi ánimo: Excéptica total.

-Faltas que me inspiran más indulgencia: Uys, perdono pero no olvido...

-Mi lema: Vivir con pasión.

13 septiembre 2009

La pantalla chica seducida (2a parte)

HBO recuerda a los vampiros que beban responsablemente (hahaha).


(Esta es la continuación de la entrada La pantalla chica seducida, por si lo habían olvidado...)

En ocasiones, hay personajes a quienes se les queda chica la serie de televisión de donde surgen. Así que los propios productores optan por hacer un spin-off, otra serie a la medida del personaje que ahora cobra protagonismo absoluto. Este fue el caso de Angel, el vampiro redimido amante de Buffy. En 1999 se presentó la primera temporada de Angel ya lejos de Sunnydale (se había mudado a Los Angeles) y de sus problemas existenciales con Buffy, al ser imposible su amor (demasiada felicidad le devolvía su malignidad al vampiro). Angel se convierte en algo así como un investigador privado-caza-demonios ayudado por otros dos personajes surgidos de la serie Buffy Cazavampiros: Cordelia (Charisma Carpenter) y Wesley (Alexis Denisof). Por supuesto, hay villanos: el Mal, así con mayúsculas, representado por un firma de abogados y dos vampiras: Darla (resucitada por los demonios enemigos que quieren recuperar al Angel-vampiro-hijoputa), la vampira que creó a Angel y Drusilla, la vampira que el propio Angel creó cuando era malo malísimo, hahaha.

Angel duró cinco temporadas (yo sólo vi la primera y creo que no todos los capítulos). Si bien pretendía ser un poco más seria que Buffy, también tenía pinceladas cómicas, pero mínimas. Por lo que he leido, a partir de la segunda temporada aquello se convirtió en un dramón donde la renacida y humana Darla vuelve por sus fueros con Angel, lo engatuza para al final volver a su lado embarazada (¿?). Aunque ojo, ojito, Darla vuelve a la vida como humana pero es convertida en vampira nada menos que por la loca de Drusilla. En fin, me temo que aquello terminó como un drama vampiril con poderosas fuerzas demoníacas en batalla por recobrar a uno de sus miembros más malvados.

La serie fue cancelada en 2004 a pesar de las protestas de miles de fans.

El juego de rol Vampire: The Masquerade también tuvo su momento catódico en 1996, cuando el conocido productor de tele Aaron Spelling decidió crear una serie de televisión basada en los cinco clanes de vampiros más "atractivos". Kindred: The Embraced contó con muchos problemas desde su primera emisión: sí, eran vampiros, pero aquello era una mezcla rara, rara, raraaa, entre Dinastía y Beverly Hills 90210 con toques de El Padrino :/ La historia se ubicaba en San Francisco donde un detective de la policía descubre que la ciudad es el hogar de un montón de vampiros cuando está investigando a la mafia local. El príncipe de los vampiros es quien, obvio, mueve los hilos de todas las criaturas de la noche, al tener poderosos lazos con las autoridades y el gobierno. Tanto el detective como el príncipe unen esfuerzos para tratar de prevenir una guerra de vampiros, mientras el detective se enamora de la ex del príncipe y este a su vez, cae rendido bajo los encantos de una reportera humana :p

Para bien o para mal sólo se emitieron ocho capítulos. Poco después, murió el actor que interpretaba al Príncipe, en un accidente de moto.

Antes de que terminara el siglo XX, la televisión británica se aventuró a crear una mini-serie de seis capítulos sobre vampiros aunque con una visión más cercana a la ciencia ficción que al horror o al romanticismo. Ultraviolet, basada en el cómic del mismo nombre, contenía una unidad paramilitar del gobierno británico que unía esfuerzos con la Iglesia Católica para combatir, a través de una guerra secreta, una conspiracón mundial vampírica (la humanidad, en su afán de autodestrucción, pone en peligro la vida de los vampiros, quienes deciden tomar el control sobre su fuente de vida: los humanos). El sello de la serie eran los métodos científicos de los que se echaba mano para estudiar y combatir a los vampiros: armas automáticas con balas de carbono, cámaras especiales para poder identificar a los vampiros ya que estos son invisibles ante cualquier método de grabación, en lugar de coronas de ajos usaban granadas de gas con allicin (concentrado de ajo) y en lugar de la luz solar, lámparas de luz ultravioleta.

También se manejaba que la esclavitud que se le atribuye a los vampiros era explicada como una sugestión química. La conversión de los humanos en vampiros era considerada como una infección patológica, no una posesión demoníaca. Los vampiros eran tácticas científicas, no personajes sobrenaturales. La ingeniería genética jugaba un rol importantísimo en la conspiración vampírica: las vampiras no menstruaban y los vampiros eran estétiles. Usaban coches con cristales que bloqueaban los rayos UV y féretros de tiempo programado para viajes largos en avión. Para tratar de mantener el ambiente moderno y realista la palabra 'vampiro' jamás se mencionaba. Se les llamaba 'Code V' (como si se tratase del número cinco romano) o simplemente 'sanguijuela'.

Por cierto, esta serie no tiene nada qué ver con la película del mismo nombre, protagonizada por Milla Jovovich en 2006.

En 2001, la televisión canadiense lanzó la serie Vampire High que penosamente apenas pudo terminar la primera temporada (verdaderamente habrá sido muy mala, porque yo no recuerdo ni haber leido algo sobre ella). Vampire High se basaba en un grupo de vampiros jóvenes sometidos a un experimento de los Antiguos: los matriculan en un colegio privado repleto de adolescentes humanos con el fin de 'civilizar' a los vampiros (vamos, de que desarrollen sus habilidades sociales, hahaha). Los vampiros enfrentan muchos problemas tanto en su faceta nocturna como diurna incluyendo los típicos problemas adolescentes de amor, amistad y enemigos. Lo peor es que en la carátula del DVD la promocionan como una mezcla entre las series Dawson's Creek y Buffy :/

Nuevamente la televisión canadiense, en 2007, echó mano de los vampiros para crear otra serie: Blood Ties basada en las novelas de Tanya Huff: La agente Vicki Nelson (Cristina Cox) toma la decisión de abandonar la policía de Toronto al diagnosticarle una enfermedad ocular degenerativa denominada retinitis pigmentosa. En lugar de aceptar un rutinario puesto de escritorio y abandonar la brigada de homicidios, decide no renunciar a la acción y trabajar por su cuenta como detective privado. Una noche se encuentra un cadáver al que le ha sido extraída toda su sangre y ve a un misterioso joven cerca de la escena del crimen. Será entonces cuando se encuentre con lo desconocido y lo sobrenatural.

Ese es el punto de partida de esta serie que mezcla el misterio de los casos sobrenaturales propios de cada capítulo con la historia de la relación que se va entablando entre los distintos personajes que la protagonizan. Así Vicki Nelson ha tenido como compañero de trabajo hasta ahora al inspector Mike Celluci (Dylan Neal) con quien ha compartido además una relación sentimental que parece resentirse por el hecho de que ella abandone el cuerpo de policía. Paralelamente conoce a una criatura de la noche, un vampiro que la seducirá: Henry Fitzroy (Kyle Schmid) que lleva vagando por la noche de los tiempos desde 1536, año en que decidió ser convertido en un no muerto por su amada Cristina para poder vivir junto a ella el resto de sus vidas. En la actualidad trabaja como dibujante de novelas gráficas pero en su día no fue otro que el hijo ilegítimo que Enrique VIII tuvo con su amante Elizabeth Blount. Así que este vampiro es el primer Duque de Richmond y Somerset, quien murió en extrañas circunstancias a la edad de 17 años ô_O

De nuevo, estamos delante de un vampiro antiguo, refinado y amante de la vida :P Que no tiene ningún reparo en ayudar a Vicki en su lucha contra el mal. Además no mata a sus víctimas (claro, necesita alimentarse) sólo toma lo necesario (sorbitos, como aquel que dice, hahaha) después de echar mano de su habilidad hipnótica.

Esta serie sólo duró una temporada.

(Continuará)


12 septiembre 2009

La mochila de Jim Hawkins



Es posible que para mucha gente, el escritor Arturo Pérez-Reverte no resulte simpático ni dicharachero. Si sólo se le conoce por las patentes que cada semana escribe y son publicadas en varios diarios eapañoles quedará claro de que es un hombre combativo, mala leche, hosco e inclusive un poquito misántropo. Yo no tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero hay varios integrantes del foro El Capitán Alatriste que han tenido la fortuna de compartir con él inclusive mesa y mantel. Es una delicia leer sus crónicas y comprobar lo mucho que dista de la imagen del escritor distante y mala leche a la del hombre curioso y un poco afable que lo mismo conversa de cine de guerra que de su personaje con mayúsculas: el capitán Alatriste.

Quizá ya he hablado aquí de cómo surgió mi admiración por Pérez-Reverte, de cómo la casualidad de que uno de sus personajes y yo compartamos el mismo nombre me reveló a un verdadero maestro: Hace cosa de unos once años, cuando yo trabajaba en un programa de la tele de México cuya línea era de sucesos, como los llaman aquí (casi nota roja en México, hahaha), me vi en la necesidad de relacionarme (sólo vía telefónica) con el Jefe de Comunicación Social de la PGJDF para que los reporteros tuvieran acceso a las presentaciones ante los medios de las capturas de delicuentes y demás. Aquel chico que no hombre mayor (según lo confirmaba su secretaria) estaba leyendo La piel del tambor y siempre la conversación entre nosotros partía comentándome los pormenores de la lectura del mismo. La suerte también quiso que poco tiempo después ese libro llegara a mis manos vía préstamo de uno de los reporteros del programa. Sobra decir que casi lo devoré y que no lo leí una vez, sino dos y tres ;-) Al cabo de los meses, me compré mi propio ejemplar y también El Club Dumas y el primero de la saga de El Capitán Alatriste. La Reina del Sur me llegó al alma, pero eso merece otra entrada completa ;-)

Sin prisa, pero sin pausa, descubrí a un autor que me emocionaba, que se notaba que escribía apasionadamente, haciendo a un lado tendencias y rebuscamientos. Que resultaba imposible de encasillar en tal o cual corriente porque todas le sentarían mal. Porque es imposible encuadrar a un autor que parece intemporal, que mira siempre en el pasado, en los grandes autores, para reacomodar este mundo actual que no acaba de gustarle a él mismo.

Esto queda claro en su participación el 18 de junio del año pasado en la última jornada del segundo foro Lecciones y Maestros que la Fundación Santillana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo organizaron como preludio del curso 2008. Los escritores Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez Reverte y Javier Marías reflexionaron durante tres jornadas, sobre su obra, el papel del escritor y la literatura, que "enseña a vivir" y muestra "que la vida real está mal hecha", según Vargas Llosa.

La fiesta literaria convocada en Santillana, aunque tuvo su colofón en el Paraninfo de La Magdalena ante el público, vivió en su última jornada el viaje literario de Pérez-Reverte, cargado con su mochila de Jim Hawkins -epígrafe de su intervención- a través de un itinerario de reflexiones, devociones, definiciones y algunos ajustes de cuentas que mucha ámpula levantaron en los medios de comunicación (como suele ser una costumbre en cada declaración que hace el maestro Pérez-Reverte).

Gracias a el Foro El Capitán Alatriste he podido leer y disfrutar con la intervención de don Arturo que aquí comparto con ustedes:


Antes que nada, una precisión: hay escritores y novelistas. Ambos términos son respetables, pero, a mi juicio, no siempre significan lo mismo. No todo escritor es novelista, aunque algún escritor crea que sí lo es, o que puede serlo. Yo escribo novelas, estoy aquí como novelista, y la función de mi escritura, mi móvil, es contar historias. A través de esas historias, por supuesto, transmito una interpretación del mundo. Lo que cuenta es la confrontación del lector con ese punto de vista, que lo acepte o no lo acepte, que el lector asuma las reglas del viejo contrato: esto es una ficción, más o menos real, más o menos compleja, y de ti depende lo que hagas con ella. Yo suministro materiales narrativos, sociales, estéticos, morales, etcétera. Respondo de la honradez profesional con que han sido estructurados. Ése es mi compromiso: contar una historia de forma eficaz. Pero cuando el lector pasa las páginas y proyecta en mi novela su mundo, su vida, sus lecturas anteriores, su ideología, eso ya no es cosa mía. Mi libro es ahora su libro. Que le divierta un rato o que cambie su vida ya no es asunto mío. Escribí lo que quería porque me gusta escribir, porque así vivo otras vidas además de la mía, porque ajusto cuentas con el mundo, porque me pagan, por lo que sea. Y me leen porque quieren leerme. Mi responsabilidad termina en el momento en el que entrego el mejor texto posible a mi editor.

He dicho alguna vez en público que no quiero ser referente moral ni partero intelectual de nadie. Admiro a quienes lo son sin pretenderlo, respeto a quienes lo procuran con merecimientos, y desprecio a quienes lo pretenden sin fundamento, pero yo estoy fuera. Cuento historias, las que me apetecen, las que creo conveniente contar, y lo hago sin sentarme cada día a trabajar con el pesado fardo de la responsabilidad moral de autor o artista sobre los hombros. Soy un leal mercenario de mí mismo, de mis gustos, de mis aficiones, de mis sueños, de mi imaginación, de mis amores y de mis odios. No soy un teórico, ni tengo dogmas que transmitir, ni he sido tocado por la gracia. Escribo novelas y la gente las lee. De momento. Detalle que me permite vivir de esto y seguir escribiendo más novelas. Y debo decir que si estas jornadas se llamaran ‘La literatura ante el nuevo milenio’ o ‘El futuro de la novela’ o algo así, yo no estaría aquí. No sé cuál es el futuro de la novela, y la verdad es que me importa un rábano el futuro de la novela. Hay ya suficientes novelas, buenas novelas, escritas, para que yo pueda leer y releer el resto de mi vida sin que nadie, ni yo mismo, escriba una sola línea más.

(…falta...) incluso como una misión sagrada, y no como lo que algunos entendemos que es: un noble oficio, con algo tal vez de inspiración, de arte quizá, o de talento, y una gran parte -la mayor- de disciplina y de trabajo. Crear mundos complejos y verosímiles y ponerlos en circulación.

El lado solemne de la literatura prefiero dejárselo a gente que se pone de perfil ante el espejo de la crítica, las mesas redondas y las tertulias literarias, y a algunos que viven del cuento de contar no cómo son, sino cómo deberían ser los libros que escriben otros. Los libros que ellos, naturalmente, escribirían con suma facilidad si quisieran. Lo que pasa es que no quieren. Yo sí quiero. Cuando no estoy por ahí me levanto a las siete de la mañana, hago ejercicio, me doy una ducha y trabajo entre ocho y diez horas diarias. A mí lo que me preocupa es resolver con eficacia mis propios problemas narrativos, y eso es algo que resuelvo escribiendo, buscándole las vueltas, releyendo y subrayando a la gente que supo hacerlo bien. Eso me ocupa el tiempo suficiente como para no ir por ahí explicando a los demás cómo tienen que hacer las cosas ni al lector lo que debe o no debe leer, entre otras cosas porque no hay un método ni un sistema para escribir ni tampoco para leer. Uno debe leer o escribir o leer lo que le apetezca y como le apetezca, y atenerse a las consecuencias.

Desde mi punto de vista, que a lo mejor no es objetivo ni extraordinario, pero es el único que tengo, escribir una novela es contar una historia, o sea, resolver un problema narrativo buscando el camino más eficaz para conducir al lector del punto A, que es el planteamiento, al punto C, que es el desenlace, pasando por el B, que es el nudo. Asquerosamente clásico, ya sé, pero hasta la fecha no creo que se haya inventado nada mejor, sobre todo si se acompaña con los puntos, las comas y los puntos y coma en su sitio.

Un problema narrativo, decía. Y cuando tengo problemas narrativos que resolver no desnudo mi alma en las entrevistas ni le echo la culpa al desfallecimiento creativo, ni intento justificarme diciendo que el público es imbécil, ni ataco a Javier Marías o a Mario Vargas Llosa porque en vez de esto escriben aquello, ni me quejo de que el mundo no me comprende. Busco en los libros, en autores como Stendhal, Homero, Conrad, Dickens, Virgilio, Dumas, Mann, Conan Doyle, Dostoyevski, Stevenson -o incluso en gente tan maltratada como Agatha Christie, John Le Carré, y hasta en Ken Follett si me hiciera falta- los recursos, los mecanismos, las herramientas del oficio, que me permitan llevar al papel del modo más eficaz posible la historia que tengo en la cabeza.

No crean que he citado a Follett como provocación. Durante todo un año juvenil viví en casa de un familiar que tenía en su biblioteca todos los best-sellers americanos y toda la novela policiaca de los años 50 y 60: Vicky Baum, Zane Grey, Frank Slaughter, Frank Yerby, Somerset Maugham... Lo leí todo, por supuesto. Ese año fue para mí decisivo en cuanto al aprendizaje de utilísimas técnicas narrativas que, aunque yo no podía imaginarlo entonces, iban a serme muy útiles cuarenta años después. Cuando se llevan, como es mi caso, casi cincuenta años de una vida de 56 leyendo ininterrumpidamente, a uno no le importa citar nombres y estilos y géneros sin el menor complejo. Nada tengo que hacerme perdonar como lector. Habiéndolos leído a todos, debo más a Homero que a Joyce, más a Dumas o a Balzac que a Faulkner, más a Bernal Díaz del Castillo que a Malcolm Lowry, más a Quevedo, Cervantes, Clarín o Dostoyevski que a Cortázar o Ferlosio, y más a un solo libro de Agatha Christie, ‘El asesinato de Rogelio Ackroyd’, por ejemplo, que a la mayor parte de los autores aplaudidos por la crítica oficial en el último medio siglo.

Cuando escucho a un autor quejarse del sufrimiento de la creación literaria siempre digo lo mismo: ‘Escribir no es obligatorio, déjalo, no sufras, no merece la pena. No te lo van a agradecer, de verdad, tanto esfuerzo, tanta originalidad y tanto sacrificio.’ El acto de escribir literatura, o novela, como es mi caso, lo entiendo como un acto de felicidad, de diversión, un disfrute para la imaginación propia, y una buena oportunidad de recontar el mundo a mi manera, quizá porque durante veintiún años, en otro tipo de vida que nada tiene que ver con lo que aquí me ha traído, viví en un mundo que no me gustaba en absoluto. Escribo sobre todo porque soy lector, y supongo que a fin de cuentas intento ordenar esos casi cincuenta años de lectura a la luz de mi propia experiencia y de mi propia vida. Allá cada cual con los motivos por los que escribe. Yo no tengo ninguna misión, como dije, educativa ni cultural, ni pretendo hacer al lector más listo, más libre o más sabio. Me parece bien que haya escritores que se dejen la piel, la carne y la sangre, pero ése no es mi caso, y cuando lo es no voy por ahí dándole tres cuartos al pregonero. La piel me la he dejado en lugares que sólo son asunto mío, y a la hora de escribir, lo que deseo es ser feliz, y lo soy dentro de lo que cabe. Soy feliz porque me divierto multiplicándome en diversos mundos, vidas y situaciones, y la diversión –creo que eso se lo hago decir incluso en ‘El Club Dumas’ a uno de mis personajes- ya es motivo suficiente para escribir o leer una novela.

Todavía hoy, después de Umberto Eco, de John Le Carré, a estas alturas de la feria –del libro- hay imbéciles que sostienen que lo importante es que el martillo tenga mango de ébano y cabeza de marfil, no que clave clavos. Me refiero a los que ignoran que ya Aristóteles, en la ‘Poética’, advertía de los peligros de mucha ‘elocutio’ y poca ‘dispositio’, entre otras cosas, supongo, porque nunca en su vida leyeron a Aristóteles. Hablo de quienes olvidan o ignoran un principio elemental que ya apuntaba Stevenson: si un presunto novelista no tiene nada que contar, por mucho bello estilo que maneje lo mejor es que se calle. Que cierre la boca, que deje las saturadas mesas de novedades de las librerías en paz y se vaya a hacer puñetas.

También, fiel a mi costumbre de hacer amigos, detesto con toda mi alma a los creadores de opinión literaria cuya memoria empieza ayer por la tarde, los que no se manejan más que de Cortázar para acá. Lo hacía sin complejos hace exactamente veinte años, cuando empecé a publicar, y lo hago ahora: me refiero a algunos cagatintas analfabetos, si tenemos en cuenta a qué oficio se dedican, que de pronto, a causa de una edición reciente de algo, puesta de moda, descubren a Stefan Zweig, a Henry James, a Thomas Pynchon, a Chateaubriand o a Montaigne, a quienes no habían leído antes en su vida, o a quienes denostaban directamente. ¿Quién respetaba a Zweig, a Schnitzler o a Joseph Roth hace treinta años en España excepto aquellos que los leíamos? También sobre Conrad, que ahora no se le cae a nadie de la boca, debo recordar cómo algunos le perdonaban la vida en España hace sólo treinta o cuarenta años. ‘Escritor de mar, ya saben, aventura y todo eso, cosa menor, tipo Stevenson, otro que tal’. Me refiero, en fin a ciertos críticos o columnistas culturales que se apresuran a contarnos de un día para otro, con el sospechoso entusiasmo del converso reciente, lo imprescindible –palabra mágica- que son esos autores y cómo se tutean con ellos de toda la vida. Hablo de algunos parásitos iletrados, o esnobs, que con sus recomendaciones estuvieron a punto de dejar a la literatura española sin lectores en los años 80 y 90, aunque por suerte nadie les hizo al fin demasiado caso, y que ahora incluso, sin rubor alguno, se atreven a escribir a veces ellos también novelas vanidosas e infumables, que encima justifican –a la vejez, viruelas- como divertimento o juego de géneros. Hablo de aquellos individuos que en su momento, por citar un ejemplo clásico, leyeron ‘La vieja sirena’, de José Luis Sampedro, y aseguraron tan campantes que se notaba mucho en el libro la influencia de Mika Waltari, olvidando –o mejor dicho, ignorando- que Sampedro leyó desde niño, y trufó el libro con referencias a ellos, a Apolonio de Rodas, Suetonio, Herodoto, Homero y Virgilio, entre otros, autores a los que ese crítico o críticos no habían leído, naturalmente. Tal es el problema cuando un cretino elabora teoría literaria a partir de sus propias limitaciones, juzgando la obra de los demás a la luz mediocre de sus propias limitaciones culturales.

Esa memoria literaria es, desde mi punto de vista, la verdadera patria del lector y del escritor, la matriz de la que parte todo. Hace un tiempo un buen amigo mío, Julio Ollero -que editó la primera edición de ‘El maestro de esgrima’ en Mondadori, y para quien escribí luego ‘Territorio comanche’- me propuso a modo de juego que elaborase la lista de los cien libros que de una u otra forma más habían influido en mi vida. Me puse a ello por curiosidad, y para mi sorpresa descubrí que de esos cien libros, la mayor parte los había leído antes de los veinte años.

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Y siguiendo con la sorpresa, a la hora de reflexionar sobre ello y establecer relaciones, caí en la cuenta de que en realidad los siguientes años de mi vida, el resto de mi vida, lo que he hecho ha sido buscar en los viajes, en los amigos, en todo lo demás, la huella que esos libros me dejaron, y a reescribirlos como novelista una y otra vez bajo luces diferentes. Todavía ahora, cuando tengo dificultades a la hora de resolver ese problema narrativo al que antes me refería, acudo a ellos con toda la humildad profesional de que soy capaz, como quien acude a casa de un viejo y sabio maestro, a pedirles consejo, a buscar soluciones técnicas, a recobrar ese estado de gracia maravilloso del lector –e insisto en que lo de ‘escritor’ sigue siendo secundario- que abre un libro como quien abre la puerta de un mundo lleno de hermosas posibilidades.

Tuve la suerte de empezar a leer muy pronto. Vengo de una familia con biblioteca grande, y eso facilitó las cosas. Entre los seis y los doce años fueron sobre todo libros de aventuras y de historia. Luego maduré como lector, ya no leía, como antes, cualquier cosa que cayera en mis manos, sino que empecé a especializarme en géneros, a seleccionar, a buscar ingredientes concretos en los libros, y cuando los encontraba éstos se convertían en lecturas favoritas que releía y que aún releo con un lápiz en la mano, aprendiendo siempre.

Realmente, mi oficio de escritor, mis estructuras novelísticas, la técnica narrativa, la dosificación de efectos profesionales que enganchen al lector provienen en origen de ahí. Me estoy refiriendo a los libros que mayor placer me han causado en la vida. En el folletín del siglo XIX, lleno de defectos pero también de virtudes, aprendí sin quererlo la técnica del oficio. Por esa puerta me introduje en la gran novela europea y norteamericana de finales del XIX y primer tercio del siglo XX. Y sin darme cuenta, esas lecturas, con los clásicos griegos y latinos de mi infancia y los siglos XVI y XVII españoles como herramientas, fueron conformando poco a poco el territorio en el que muchos años más tarde se asentaría el novelista que yo ni siquiera sospechaba entonces.

Si un día los novelistas nos dedicamos sólo a imaginar historias romas y razonables, y nos limitamos a escribir novelas sobre la insoportable levedad de nuestra propia imbécil levedad, que el diablo se apiade de nosotros y de nuestros lectores. Fue Robert Louis Stevenson quien escribió este poema como introducción a ‘La isla del tesoro’ y a mí me sirve hoy como final de lo que les acabo de leer:

‘Si los cuentos que narran los marinos hablando de temporales y aventuras, de amores y odios, de barcos, islas, y perdidos robinsones, y bucaneros, y enterrados tesoros, y todas las viejas historias contadas una vez más de la misma forma que siempre se contaron, encantan todavía como hicieron conmigo a los sensatos jóvenes de hoy, ¿qué más pedir? Pero si no fuera así, si tan graves jóvenes hubieran perdido la maravilla del viejo gusto para ir con Kingston, el valiente Ballantyne, o con Cooper, y atravesar mil mares, bien, así sea. Pero que yo pueda dormir el sueño eterno con todos mis piratas junto a la tumba donde yacen ellos y mis sueños.’

Muchas gracias